06/09/2019
Conducir bajo los efectos de medicamentos
Anteayer, el ministro en funciones del Ministerio del Interior hizo balance de la campaña de seguridad en la carretera (road safety campaign) implantada este verano por la Dirección General de Tráfico (DGT) desde el 28 de junio hasta el 1 de septiembre y que tuvo su momento álgido el 15 de agosto, con motivo de coincidir la ‘operación salida’ (operation exit) y la ‘operación retorno’ (operation return) con un puente festivo (long weekend).
La DGT reforzó su dispositivo de seguridad aumentando el número de agentes, radares (28 más y 3 drones) y controles de alcoholemia (1,1 millones de pruebas) y drogas, y recordando a los conductores la obligación de cumplir las normas y extremar las precauciones al volante.
Durante los meses de julio y agosto en España se realizaron 91,1 millones de desplazamientos de largo recorrido por carretera, unos 1,5 millones más que en 2018. A pesar de este incremento, en el verano de 2019 se ha registrado el menor número de fallecidos en las carreteras españolas en la serie histórica de España, igualando los datos de 2014, y el mes de agosto se ha convertido en el que menos siniestros se han producido desde que existen los registros de la DGT. También ha descendido el número de heridos hospitalizados.
El ministró ha dicho: «Cuando presentamos el dispositivo especial dijimos que más guardias, más radares, más controles de alcohol y drogas y más campañas no iban a servir de nada si los conductores no ayudaban con su comportamiento, y a raíz de los resultados, hemos de entender que los conductores nos han hecho caso».
Sin embargo, la mayoría de los conductores siniestrados superaban los 45 años y los accidentes ocurrieron principalmente durante las tardes (de dos a ocho), lo que, según el ministro, se explica por el consumo de bebidas alcohólicas a la hora de la comida.
Lo que el ministro no mencionó es que, además del consumo de alcohol –y posiblemente de drogas ilícitas– el consumo de ciertos medicamentos pudo haber sido la causa de un gran porcentaje de estos siniestros, y mucho más si se asociaron ambos consumos.
¿Pueden los medicamentos afectar a la capacidad para conducir?
Conducir es una actividad que requiere una habilidad compleja. Los medicamentos pueden afectar al estado físico, emocional y mental del conductor (driver’s physical, emotional and mental condition) e interferir en su capacidad para conducir con seguridad (ability to drive safely).
Los conductores que no beben alcohol ni toman drogas de forma habitual o quienes, por prudencia, no lo hacen si van a conducir, piensan que están en perfectas condiciones físicas y mentales para acometer tal actividad y que saldrán airosos de cualquier control de alcohol y drogas en carretera (roadside drug-use testing).
Pero no tienen en cuenta que si conducen cuando han tomado un medicamento de forma puntual o mientras siguen un tratamiento farmacológico (driving while on medication) pueden tener mermadas sus aptitudes para conducir (fitness to drive). Esto supone un peligro para la seguridad del propio conductor, de sus pasajeros y de las personas que se encuentre en su camino, pues puede causar accidentes de tráfico (car crash).
Un estudio publicado en febrero de 2019 por la DGT (Dirección General de Tráfico, de España), en su revista Tráfico y Seguridad Vial, muestra los siguientes datos para España:
- El 5% de los accidentes de tráfico está causado por el efecto de los medicamentos.
- El 30% de los conductores se encuentra bajo tratamiento farmacológico, de los cuales más del 60% toma dos o más fármacos simultáneamente.
- El 30% de la población se automedica (self-medication).
- El 25% de los medicamentos autorizados por la AEMPS puede afectar a la capacidad para conducir al provocar somnolencia (drowsiness) o reducir los reflejos (slow reflexes).
- El 20% de los accidentes de tráfico se produce porque los conductores se duermen al volante (fall asleep at the wheel).
- Recibir información por parte del médico prescriptor o del farmacéutico expendedor sobre los efectos de un determinado medicamento en la conducción reduce un 45% la tasa anual de accidentes por cada 1000 pacientes.
Muchos medicamentos de uso común –para los resfriados, la diabetes, las alergias, el dolor, la hipertensión, el insomnio, la ansiedad, la depresión, etc.–, tanto los prescritos por un médico (prescription medicines) como los que se adquieren en la farmacia sin receta médica (on-the-counter medicines), pueden afectar a la capacidad del conductor para conducir con seguridad debido a su efecto terapéutico, sus efectos secundarios o sus posibles interacciones con otras sustancias.
Algunos medicamentos son depresores del sistema nervioso central (central nervous system depressants) –como las benzodiazepinas, los antihistamínicos, los ansiolíticos, los relajantes musculares y los barbitúricos– y producen efectos inhibitorios que reducen el funcionamiento del cerebro, similares a los de drogas de abuso depresoras como la heroína o el alcohol: somnolencia, visión borrosa, náuseas, mareo, desmayo, lentitud de movimientos, disminución de los reflejos, lentitud de reacción, falta de coordinación, pérdida de concentración, dificultad para permanecer alerta e incapacidad para procesar la información.
Otros medicamentos –como las anfetaminas– son estimulantes del sistema nervioso central (central nervous system stimulants) e incrementan el funcionamiento del cerebro, de modo semejante a las drogas de abuso estimulantes (cocaína, nicotina, cafeína), aumentando la actividad del sistema nervioso central y causando euforia, excitación, agitación, temblor, tendencia a moverse nerviosamente, déficit de atención, agresividad, conducción peligrosa, exceso de confianza y conducción temeraria.
Cualquiera de estos efectos se multiplica cuando la dosis o la frecuencia de toma aumentan y cuando se combinan varios medicamentos. Esto es particularmente frecuente en conductores de edad avanzada, que suelen estar polimedicados (polymedicated drivers) por sufrir varias dolencias. Pero también en diabéticos o hipertensos de mediana edad, o en jóvenes con alergias, por poner unos ejemplos. El efecto también se potencia si se consume alcohol en el mismo período.
Los efectos de estos medicamentos pueden durar horas y afectar a la capacidad de conducir poco tiempo después de haberlos tomado o varias horas después. En algunos casos, pueden producir efectos significativos semejantes a los de la resaca (hang-over like) por alcohol y afectar a la conducción incluso al día siguiente.
¿En qué medida pueden afectar los medicamentos a la capacidad para conducir?
El proyecto europeo DRUID (Driving under the Influence of Drugs, Alcohol and Medicine, o Conducción bajo los efectos de las drogas, el alcohol o medicamentos), financiado con fondos comunitarios, estudió en 2011 el impacto que tienen los medicamentos con principios activos psicoactivos sobre la seguridad vial.
Dependiendo del grado en que afectan a la capacidad para conducir y manejar maquinaria peligrosa, estos medicamentos se han clasificado en cuatro categorías:
¿Qué tipos de medicamentos pueden afectar a la capacidad para conducir?
Dentro de los tipos de medicamentos que pueden alterar la capacidad de conducción los utilizados más habitualmente son los:
- antigripales y anticatarrales (flu medication or remedies, and cough medication or cough remedies)
- analgésicos (pain killers)
- antialérgicos o antihistamínicos de primera generación (anti-allergic drugs or first-generation antihistamines)
- antimigrañosos (migraine drugs)
- hipnóticos o somníferos (hypnotics,sleeping pills)
- ansiolíticos (sedatives, tranquilizers)
- antipsicóticos (antipsychotics)
- antidepresivos (antidepressants)
- antiparkinsonianos (antiparkinsonians)
- anestésicos (anesthetics)
- medicamentos para la demencia (dementia medicines)
- relajantes musculares (muscle relaxants)
- vasodilatadores (vasodilators)
Excepto los antigripales y los antihistamínicos de primera generación, el resto de los medicamentos ejercen su efecto terapéutico actuando sobre el sistema nervioso central, en donde también producen sus efectos adversos dando lugar a las alteraciones mencionadas anteriormente, principalmente somnolencia (drowsiness), dificultad para permanecer alerta (difficulty remaining alert), dificultad de concentración (difficulty concentrating), falta de coordinación (lack of coordination), sensación de inestabilidad (sensation of instability), mareos (dizziness), desvanecimientos (fainting), sensación de vértigo (sensation of vertigo), disminución de reflejos con la consecuente lentitud de reacción (decrease in reflexes with the consequent slowness of reaction), visión doble o borrosa (double or blurred vision), etc.
Algunos medicamentos que no actúan sobre el sistema nervioso central, como los antidiabéticos y los colirios, pueden llevar también la advertencia de que afectan a la capacidad de conducción porque pueden ocasionar una hipoglucemia o producir visión doble, respectivamente.
De los medicamentos que se venden en España, ¿cómo se sabe si pueden afectar a la capacidad para conducir?
Entre las funciones de la AEMPS se incluye la de garantizar que los medicamentos se acompañen de la información necesaria para su uso correcto. Por ello obliga a los fabricantes de medicamentos a incluir en todos los prospectos (leaflets, package insert) de los medicamentos de venta con receta, el apartado fijo «Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas» (Effects on ability to drive and use machines), cuya información advierte de los efectos que pueden tener en quienes conducen o manejan maquinaria peligrosa. Los medicamentos de venta sin receta llevan esta información impresa en el envase externo (drug facts label)
Asimismo, desde 2007, el etiquetado de los medicamentos que afectan a la capacidad para conducir debe llevar obligatoriamente el pictograma (driving pictogram) o símbolo que alerta de este peligro, consistente en un triángulo equilátero rojo con el vértice hacia arriba y un coche negro en el interior sobre fondo blanco, muy similar a una señal de tráfico, con la leyenda «Conducción: ver prospecto» (“Driving: See package insert”).
El objetivo del pictograma es llamar la atención del usuario para que lea el prospecto y vea las advertencias sobre el riesgo de conducir bajo los efectos del medicamento.
Medicamentos que pueden afectar a la capacidad para conducir
En 2012, la AEMPS publicó los resultados de un estudio retrospectivo en el que durante cuatro años revisó cada clase terapéutica (therapeutic class) y cada subgrupo terapéutico de todos los medicamentos ya autorizados en España, para determinar cuáles de ellos tenían principios activos que, por sí mismos o combinados, causaran reacciones adversas que pudieran afectar a la capacidad para conducir y manejar maquinaria, o de los que se dispusiera de estudios específicos sobre su efecto sobre la capacidad de conducción. Se elaboró un listado denominado «Principios activos e incorporación del pictograma de la conducción», en el que, según el resultado del estudio, se señaló con un “Sí” o un “No” cuáles de ellos precisaban llevar el pictograma en su envase y cuáles no.
Debajo se muestra un ejemplo extraído del listado de medicamentos autorizados:
A partir de 2012, la información de la ficha técnica (Summary of product characteristics, SMP) y del prospecto (leaflet) de cada medicamento recién autorizado cuyo principio activo sea nuevo, es revisada por la AEMPS a fin de decidir si debe o no debe incluir el pictograma. Hoy en día, la AEMPS estima que un 25 % de todos los medicamentos autorizados en España deben llevarlo.
Finalmente, en 2016, la AEMPS publicó junto con la Dirección General de Tráfico una lista completa de los medicamentos que pueden afectar a la capacidad de conducción (Anexo I). Esta lista se actualiza anualmente.
¿Es ilegal conducir bajo los efectos de los medicamentos que afectan a la capacidad para conducir?
Conducir bajo el efecto de estos medicamentos también puede constituir un problema legal, similar al de las personas que conducen bajo la influencia del alcohol o las drogas.
En primer lugar, la Ley de Seguridad Vial española (artículo 14.1 del texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación a Vehículos a Motor y Seguridad Vial aprobado por Real Decreto legislativo 6/2015 de 30 de octubre) prohíbe conducir un vehículo o bicicleta cuando se han ingerido drogas o estupefacientes, o bajo el efecto de medicamentos o cualquier otra sustancia que altere el estado físico o mental apropiado para conducir sin peligro. Las infracciones a esta norma tienen la consideración de muy grave, diferenciándose al mismo tiempo entre sanción administrativa (que penaliza la presencia de esas sustancias en el organismo) y sanción penal (que penaliza la influencia de dichas sustancias en la conducción).
Los medicamentos podrían llegar a considerarse en algunos casos incluso como «drogas legales», incompatibles con la conducción. El hecho de tomar medicamentos utilizados principalmente para combatir el insomnio, la ansiedad, el estrés o la depresión –como Valium, Dormicum, Lexatín o Trankimazín–, por ejemplo, podría considerarse en un futuro como sinónimo de tomar drogas ilegales y será detectado como tal en los controles.
En la actualidad, los controles de alcohol y drogas que la DGT realiza en las carreteras no disponen de los dispositivos necesarios para la detección específica de los medicamentos que afectan a la capacidad de conducir. Pero sí son detectables en la orina y la sangre de los conductores en las horas siguientes y, en algunos casos, pasados algunos días.
En segundo lugar, ciertos medicamentos de prescripción habitual tienen una estructura química parecida a algunas de las drogas que detecta el dispositivo utilizado en los controles de alcohol y drogas y pueden provocar falsos positivos. Según estudios de la Guardia Civil de Tráfico, hasta en un 17 por ciento de los conductores que dan positivo en un control antidroga en carretera, la positividad se debe al consumo de un medicamento. Por ejemplo, según datos facilitados por la DGT, se han detectado benzodiazepinas en la sangre u orina del 4,3% de los conductores que dieron positivo en el control de consumo de drogas.
El conductor puede justificarlo mostrando la receta del médico. Si carece de ella, puede solicitar que se le haga un análisis de sangre o de orina en un centro hospitalario. Si el resultado demuestra la presencia de un principio activo que afecta a la capacidad de conducción puede salvarse de ser denunciado por conducción bajo la influencia de drogas, pero ello no le exime de su responsabilidad de conducir bajo la influencia de estos medicamentos, pues el prospecto y el pictograma del envase le advertían de las consecuencias de su consumo.
¿Qué medicamentos pueden dar falsos positivos en las pruebas de detección de drogas ilegales en los controles de carretera?
Según un informe elaborado por la asociación AEA (Automovilistas Europeos Asociados) en 2017, en los controles de carretera que la Guardia Civil hace para detectar la presencia de drogas psicoactivas ilegales –anfetaminas, metilanfetaminas, metadona, opiáceos, fenciclidina, barbitúricos, cannabinoides y benzoadiacepinas–, han dado falsos positivos conductores que tomaron medicamentos con los siguientes principios activos (confirmado posteriormente mediante análisis de orina):
- Ibuprofeno
- bromfeniramina (Ilvico)
- bupropion (Zyntabac, Elontril)
- clorpromazina (Largactil)
- clomipramina (Anafranil)
- dextrometorfano (Romilar)
- difenhidramina (Bisolvon antitusivo compositum)
- doxilamina (Cariban, Dormidina)
- naproxeno
- prometazina (Actithiol antihistamínico, Fenergan expectorante)
- quetiapina (Seroquel)
- ofloxacino (Surnox)
- ranitidina
- sertralina
- tioridacina
- trazodona (Deprax)
- venlafaxina
- verapamilo
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GLOSARIO INGLÉS-ESPAÑOL SOBRE MEDICAMENTOS Y CAPACIDAD PARA CONDUCIR
Referencias
- Automovilistas Europeos Asociados (AEA Club). Drogas, medicamentos y falsos positivos al volante. 2017
- Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Finaliza la evaluación del pictograma de conducción en los medicamentos autorizados. 2012
- Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Documento de consenso sobre medicamentos y conducción en España: información a la población general y papel de los profesionales sanitarios. Anexo I. 2016
- Alcohol and Drug Foundation (ADF). Driving When Using Medicines. 2018
- Alcohol and Drug Foundation (ADF). Drugs and driving. 2017
- Autopista.es. ¿Da el ibuprofeno positivo en la conducción? Los medicamentos y sus consecuencias. 2019
- BJCP. A European approach to categorizing medicines for fitness to drive: outcomes of the DRUID project. 2012
- BOE. Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
- Dirección General de Tráfico (DGT). Revista Tráfico y Seguridad Vial. Fármacos y conducción, una peligrosa combinación. 2019
- El Caso. Ibuprofeno y otros medicamentos con los que puedes dar positivo al volante. 2019
- El Mundo Motor. Ibuprofeno, ansiolíticos, antihistamínicos… medicamentos con los que puedes dar positivo al volante. 2019
- European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction. Driving under the influence of drugs, alcohol and medicines in Europe. Findings from the DRUID project. 2012
- Ministerio de Salud, Consumo y Bienestar Social (MSCBS). Módulo 3. Drogas, conducción de vehículos y accidentes de tráfico
- US. Food & Drug Administration (FDA). Some Medications and Driving Don’t Mix. 2018
- World Health Organization. Drug use and road safety. 2016