El Dr. Balmis y su relación con la ciudad de Alicante
Real Expedición Filantrópica de la Vacuna
08-07-2020
El doctor Francisco Xavier Balmis y Berenguer nació en Alicante (España) –la ciudad en la que vivo– el 2 de diciembre de 1753. Aquí, una céntrica plaza, un instituto de enseñanza secundaria, un centro de formación profesional, la Cátedra Balmis de Vacunología de la Universidad de Alicante y el Edificio Balmis de la Universidad Miguel Hernández en San Juan de Alicante, llevan su nombre. Aun así, sus méritos para tal honor son desconocidos para la mayor parte de los alicantinos. Y eso a pesar de haber sido nombrado «Hijo predilecto de Alicante» en 2003 y de que en 2019 el Ayuntamiento le hubiera otorgado la Medalla de la Ciudad «para reconocer y poner en valor la gran labor que desarrolló un alicantino ejemplar como médico cirujano e impulsor de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de la Viruela, que fue un hito en la historia de la medicina».
En el año 2002, el Rotary Club Alicante creó la «Fundación Dr. Balmis», «con el fin de ser un instrumento de difusión de este gran personaje, muy conocido en los países hispanoamericanos, y desconocido en España y en su tierra natal de Alicante».
Al año siguiente, con motivo del 250 aniversario de su nacimiento y el 200 de su expedición, al tiempo que el gobierno de España formó una comisión nacional para difundir y celebrar este evento, la Fundación Dr. Balmis organizó junto al Ayuntamiento de Alicante una serie de eventos conmemorativos y divulgativos y creó el «Premio Dr. Balmis», que desde entonces se otorga anualmente a profesionales de la medicina de reconocido prestigio nacional e internacional en el área de la prevención y tratamiento de las enfermedades y de la cooperación al desarrollo con proyección internacional.
El Premio Dr. Balmis en su edición de 2020 recayó en el Dr. Denis Mukwege, ginecólogo congoleño, defensor de los Derechos Humanos, en especial de las mujeres víctimas de la violencia sexual como arma de guerra. Reconocido en el mundo entero como uno de los héroes de la medicina actual, ha recibido, entre otros galardones, el Premio Sajarov de la Unión Europea 2014 y el Premio Nobel de la Paz 2018.
Estos vídeos explican por qué Denis Mukwege se ha hecho merecedor de tales reconocimientos:
https://www.facebook.
com/watch/?v=1289616424576824
https://www.youtube.com/watch?v=5M3TE3uZsBw
https://www.youtube.com/watch?v=MwXgVeBWhyc
(Más información sobre la violencia sexual como arma de guerra en la República Democrática del Congo: https://www.youtube.com/watch?v=q3bPoOgvIzk)
El acto de entrega del Premio Dr. Balmis 2020 al Dr. Mukwege estaba convocado para el día 17 de abril de 2020 en la ciudad de Alicante, con la asistencia del galardonado, pero el esperado evento tuvo que ser cancelado debido al confinamiento decretado durante el estado de alarma ante la pandemia de la COVID-19.
Precisamente como tributo a la expedición humanitaria que llevó la vacuna de la viruela a los territorios del imperio español en América, Filipinas y China, y por el hecho de que el Dr. Balmis fuera un médico militar, «Operación Balmis» es el nombre con el que el Ministerio de Defensa de España ha denominado a la operación de distribución por el territorio español de más de 3000 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuya misión es cooperar en la actual crisis sanitaria causada por la COVID-19.
Breve recordatorio de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, más conocida como Expedición Balmis
A finales del siglo XVIII, la viruela estaba provocando 400 000 muertes al año en Europa y millones en América. En 1796, el Dr. Edward Jenner descubrió la vacuna contra la viruela que, poco a poco, empezó a utilizarse en Europa, donde demostró su eficacia evitando el desarrollo de la enfermedad en quienes habían sido inoculados.
En noviembre de 1798, el rey de España Carlos IV emitió una Real Cédula por la que se imponía la práctica de la inoculación de la viruela a la población en España. Las primeras campañas de vacunación tuvieron lugar en algunas comarcas catalanas en el año 1800 y enseguida llegaron a la mayor parte del territorio español peninsular. En 1803, los territorios españoles en ultramar, a través del Consejo de Indias comienzan a solicitar informes a la Corona Española sobre «…si se creía posible extender la vacuna a los territorios de ultramar y qué medios serían más acertados para el intento…». pero no había modo de evitar que la vacuna –producida con virus vivos– perdiera su eficacia tras un viaje por mar de más de dos meses sin refrigeración, ni que el suero seco protegido entre dos cristales y sellado con parafina diera buenos resultados.
Balmis había estudiado cirugía en el Hospital Real Militar de Alicante y durante años había participado como cirujano militar en distintas expediciones por territorio americano, desde La Guaira en la actual Venezuela, a La Habana y de aquí a México, donde dirigió varios hospitales. También estudió la flora local y realizó una serie de experimentos clínicos sobre enfermedades venéreas cuyos resultados publicó en un tratado. A su regreso a España, en 1794, su prestigio lo llevó a ser cirujano de cámara del rey Carlos IV. Se graduó en medicina dos años más tarde.
Estando al tanto de todas las novedades e investigaciones médicas, Balmis conoció al instante los trabajos de Edward Jenner sobre la viruela y su descubrimiento de la vacuna. En el mismo año 1796 escribió el tratado «Instrucción sobre la introducción y conservación de la vacuna», en el que describía cómo se debía vacunar y cómo había que conservar el suero, y en 1803 tradujo al español el «Tratado Histórico y Práctico de la vacuna» del médico francés Moreau de la Sarthe. Convencido de que la vacuna terminaría con los estragos de la viruela, se propuso extender la vacunación masiva de los infantes españoles por todo el imperio español, incluidos los territorios de ultramar. Para ello presentó al rey Carlos IV un informe titulado «Reglamento y Derrotero para conducir con la más posible brevedad la vacuna verdadera y asegurar su feliz propagación en los cuatro virreinatos de América, provincia de Yucatán y Caracas y en las Indias Antillanas», con un «Suplemento sobre Filipinas». Para transportar el virus vivo hasta América, Balmis propuso un ingenioso método: una cadena humana de personas vivas infectadas con el virus (es decir, vacunadas), ya que, una vez expuestas se convertían en portadores inmunes a la enfermedad cuya sangre infectada podría utilizarse para tratar a miles de niños. Este técnica de inmunización tenía mejores resultados si se inoculaba el virus en niños pequeños que no hubieran pasado la enfermedad ni hubieran sido vacunados.
Carlos IV, que había perdido en 1794 a su hija María Teresa, de 3 años, como consecuencia de esta enfermedad, apoyó y sufragó la expedición con fondos públicos, y emitió un edicto en el que anunciaba «la formación de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna con la misión de vacunar gratuitamente a la población, enseñar a preparar la vacuna en las colonias de ultramar del Imperio español y organizar juntas de vacunación municipales para llevar a cabo un registro y mantener suero para vacunaciones futuras».
La expedición dirigida por el Dr. Balmis partió del puerto de La Coruña el 30 de noviembre de 1803 a bordo del navío María Pita con rumbo a los territorios de ultramar. A bordo viajaban 37 personas, entre ellas 22 «niños vacuníferos», tres médicos asistentes (Jose Salvany Lleopart, Manuel Grajales y Antonio Gutiérrez Robredo), tres prácticos, tres enfermeras y la rectora de la Casa de Expósitos de La Coruña, Isabel Zendal Gómez.
El Dr. Balmis había seleccionado en un orfanato de Madrid a seis varones huérfanos de entre 3 y 9 años a los que inoculó la vacuna de la viruela de las vacas por medio de una lanceta, de manera similar a como lo había hecho Jenner en sus experimentos. De este modo transportó la vacuna hasta La Coruña, donde seleccionó a otros 18 niños del orfanato local. Lo que se haría durante la travesía era inocular de brazo a brazo a los niños formando una auténtica cadena humana. A los ocho o diez días de la inoculación aparecían en la piel las conocidas vesículas de la viruela, que contenían un líquido con suficiente cantidad de virus como para resultar infectante si se inoculaba mediante lanceta a un nuevo niño. Por si fallaba una inoculación, durante la expedición se inoculaba a dos niños cada vez.
Además de la vacuna viva y material médico y quirúrgico, Balmis llevó en la expedición unos 500 ejemplares del tratado de Moreau de la Sarthe, para repartirlos entre los sanitarios locales a fin de instruirles para que la vacunación continuara siendo una práctica habitual.
La expedición inició la vacunación en las Islas Canarias y luego prosiguió en San Juan de Puerto Rico, La Guaira, Puerto Cabello y Caracas, desde donde se dividió en dos grupos, uno dirigido por Salvany, que extendió la vacunación por América del Sur, hasta Chiloé, en la actual República de Chile, que en esa época era el territorio más al sur bajo dominio español en el Pacífico, y otro comandado por Balmis, que se dirigió a Cuba, desde donde la vacuna se extendió por México, Texas y Nueva Granada. En septiembre de 1805, Balmis zarpó del puerto de Acapulco hacia Manila, capital de las Filipinas, y en 1806 volvió a España. En su viaje de regreso todavía difundió la vacuna por Macao y Cantón (China) y, a pesar de estar España en plena guerra contra Inglaterra, recaló en la isla de Santa Elena, colonia británica que estaba padeciendo una gravísima epidemia de viruela, y consiguió vacunar a todos los niños de la isla. «Su amor a los demás estaba por encima de las naciones y sus guerras». El propio Edward Jenner, el descubridor de la vacuna de la viruela, dedicó a la expedición del doctor Balmis la siguiente frase: «No puedo imaginar en toda la historia de la Medicina una muestra de filantropía tan enorme como esta».
La expedición Balmis logró salvar millones de vidas, no solo por hacer llegar la vacuna con toda su eficacia a los territorios de ultramar y conseguir su inoculación a la población, sino también «por aportar su conocimiento, su metodología de producción y la organización de la estructura sanitaria necesaria para generalizar su aplicación». Uno de los hitos de la expedición fue la creación de centros vacunales llamados «Juntas de vacunación», encargados de producir, conservar y abastecer de las vacunas activas para que la vacunación fuera una práctica continua, asegurando así el mantenimiento del programa de vacunación en condiciones adecuadas entre la población.
Esta expedición —la primera acción de cooperación sanitaria internacional llevada a cabo por España— constituye una de las empresas de salud pública más extraordinarias de toda la historia de la humanidad. Alexander Humboldt —considerado el padre de la Geografía Moderna Universal– afirmó: «Este viaje permanecerá como el más memorable en los anales de la historia». Fue el primer gran paso en la erradicación de la viruela, la cual declaró erradicada del mundo la OMS en 1980.
En México, la hazaña del Dr. Balmis es más conocida y reconocida que en su país y su ciudad de origen. Su nombre aparece en numerosos lugares; por ejemplo, la Avenida del Dr. Balmis de la Ciudad de México, donde está ubicado el Hospital General de México. Como muestra de tal reconocimiento, un grupo de médicos del Rotary Club Ciudad de México trajo en 1984 un valioso busto en bronce de Balmis, esculpido por el artista mexicano Antonio Castellanos Basich, que había sido sufragado por médicos mexicanos, con el fin de donarlo a la Facultad de Medicina de la ciudad de Alicante. Inicialmente conservado en el Ayuntamiento, en el año 2000 se colocó definitivamente delante del Edificio Balmis del campus de San Juan de Alicante de la Universidad Miguel Hernández (UMH), sede de la Facultad de Medicina:
Referencias
Barona, J. L. La real expedición filantrópica de la vacuna. Tecnología, salud y profesión médica en la España de la ilustración. En: La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. Doscientos años de lucha contra la viruela. Biblioteca de Historia de América. CSIC. 2004. PDF descargable en: http://libros.csic.es/download.php?id=360&pdf=products_pdfcomple
Dciencia. Ciencia para todos. La expedición Balmis o el primer intento de erradicar una enfermedad por medio de la vacunación. https://www.dciencia.es/la-expedicion-balmis-o-el-primer-intento-de-erradicar-una-enfermedad-por-medio-de-la-vacunacion/
Fernández Armil, I. Balmis: La legendaria expedición coruñesa que salvó a millones de personas. Quincemil. 2019 https://www.elespanfile:///C:/Users/Translating%20Solution/Downloads/book_360_com%20(1).pdfol.com/quincemil/articulos/actualidad/balmis-la-legendaria-expedicion-corunesa-que-salvo-a-millones-de-personas
Instituto Balmis de vacunas. ¿Quién era Balmis? 2020. http://ibvacunas.com/sobre-nosotros/%C2%BFquien-era-balmis/
Rosser Limiñana, P. Operación Balmis. Alicanteplaza. https://alicanteplaza.es/operacion-balmis
Rotary Club Alicante. Francisco Javier Balmis (1753-1819) https://www.rotaryclubalicante.com/francisco-balmis/
Rotary Club Alicante. La Fundación Dr. Balmis. https://www.rotaryclubalicante.com/la-fundacion-dr-balmis-rotary-club-alicante/
Rotary Club Alicante. I Centenario del fallecimiento de Francisco J. Balmis: recortes. https://www.rotaryclubalicante.com/i-centenario-del-fallecimiento-de-francisco-j-balmis-recortes/